TAQUERIAS CDMX

EL CALIFA DE LEÓN | GAONERA

Pequeño, sin letreros llamativos y con apenas una barra para comer de pie, El Califa de León ha logrado algo que muy pocos puestos callejeros han conseguido: una estrella Michelin. Su encanto radica en lo simple: no hay mesas, no hay carta extensa, solo carne de altísima calidad, tortillas impecables y una ejecución precisa. El ambiente es íntimo y casi minimalista, con clientes que llegan sabiendo exactamente qué van a pedir. Los precios son más altos que en cualquier taquería tradicional —entre $80 y $110 por taco—, pero lo que ofrecen justifica cada peso. Dirección: Av. Ribera de San Cosme 56, San Rafael, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El taco Gaonera es una obra maestra de la sencillez. Preparado con finas láminas de filete de res que apenas tocan la plancha caliente, conserva su jugo y sabor natural sin necesidad de marinados ni condimentos excesivos. La carne se coloca directamente sobre una tortilla recién hecha, y basta con una pizca de sal para resaltar su calidad. Es un taco que no busca impresionar con trucos: su poder está en el producto, en la técnica y en la pureza de cada bocado.

LA BONVI | PICAÑA

Ubicada en una de las zonas más elegantes de la ciudad, La Bonvi representa la evolución del taco tradicional hacia un formato más sofisticado sin perder el alma. El espacio es moderno y acogedor, con un ambiente que mezcla lo casual con lo gourmet: mesas bien montadas, buena música y un servicio impecable que hace que todo fluya con naturalidad. Aquí no hay prisa: la experiencia está pensada para disfrutarla con calma, acompañada de una cerveza fría o un cóctel bien hecho. El público es diverso —desde oficinistas hasta familias y foodies— y los precios van de los $80 a los $150 por taco, reflejando la calidad de los cortes. Dirección: Pedregal 33, Lomas de Virreyes, Miguel Hidalgo, CDMX.

Lo imperdible: Su taco de picaña al trompo es una declaración de intenciones. La carne, jugosa y con un sabor profundo, se corta en finas láminas después de un sellado perfecto que concentra los jugos en el interior. Cada bocado combina la suavidad característica de la picaña con un toque de caramelización que potencia su sabor natural. La tortilla hecha al momento aporta el soporte ideal, y con un toque de salsa tatemada se convierte en un taco refinado, elegante y absolutamente irresistible.

LA ONCE MIL | RIBEYE

La Once Mil no es una taquería cualquiera; es un fenómeno gastronómico que transformó la manera en que se piensa el taco en la Ciudad de México. Su local en Lomas de Chapultepec es sobrio, moderno y siempre lleno, con filas que se forman desde temprano y un ambiente que vibra entre lo informal y lo exclusivo. Aquí el taco se trata como una experiencia: los cortes se cocinan con precisión milimétrica y cada detalle —desde la tortilla hasta la salsa— se cuida como si se tratara de un restaurante de alta cocina. El público es exigente y el rango de precios lo refleja, con tacos que van desde los $90 hasta los $150. Dirección: Monte Everest 780, Lomas de Chapultepec, Miguel Hidalgo, CDMX.

Lo imperdible: El taco de ribeye es, sin exagerar, uno de los mejores de la ciudad. La carne, cortada en finas tiras, se cocina al punto exacto para conservar jugosidad y sabor, y cada bocado libera un aroma intenso a parrilla. La textura es sedosa, la grasa se funde al contacto con el paladar y la tortilla —delgada y firme— sostiene el conjunto con elegancia. Un toque de salsa verde realza el sabor sin opacarlo, convirtiendo este taco en una experiencia que roza la perfección.

TACOS CHARLY | SUADERO

En el cruce de San Fernando y la cotidianidad del sur de la ciudad, Tacos Charly se ha ganado el respeto sin necesidad de adornos. Es el tipo de taquería que no presume nada porque lo tiene todo: un cazo burbujeando desde la mañana, tortillas calientes saliendo sin pausa y un ambiente que mezcla vecinos de siempre con curiosos que llegan por recomendación. El espacio es sencillo, sin pretensiones, con mesas metálicas y el olor a manteca impregnado en el aire, y su rango de precios sigue siendo amable —unos $25 a $30 por taco—, lo que lo convierte en parada obligada para quien busca autenticidad sin artificios. Dirección: Av. San Fernando 201, Col. Toriello Guerra, Tlalpan, CDMX.

Lo imperdible: El suadero aquí no se sirve, se celebra. Cada trozo pasa horas confitándose en su propia grasa hasta alcanzar esa textura tierna que se deshace al morder, con bordes ligeramente crujientes y un sabor profundo que solo da el tiempo. La tortilla, caliente y resistente, funciona como marco perfecto, mientras que la salsa verde fresca y la cebolla picada aportan el contraste que hace que todo cobre sentido. Es un taco sin pretensiones pero absolutamente memorable, de esos que te hacen entender por qué el suadero es parte del ADN de la ciudad.

TACOS TONY | SUADERO EN TROZO

En plena Narvarte, donde las taquerías compiten en cada esquina, Tacos Tony lleva décadas defendiendo su lugar con una fórmula sencilla: buena carne, plancha caliente y sazón impecable. Su local no tiene lujos, pero sí personalidad; hay bancas de metal, el humo de la carne a la vista y un flujo constante de comensales que llegan incluso pasada la medianoche. Con precios entre $25 y $35 por taco, es el sitio ideal para esa parada nocturna que termina por convertirse en tradición. Dirección: Calle Torres Adalid 1702, Narvarte Poniente, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: Aquí el suadero no llega desmenuzado ni en trozos diminutos: se sirve en pedazos generosos que conservan toda su jugosidad y mordida. La carne tiene un dorado intenso gracias al contacto directo con la plancha, y cada bocado ofrece un balance perfecto entre textura, grasa y sazón. Con un chorrito de limón y una salsa roja ligeramente picante, el resultado es un taco que se siente más carnoso, más contundente y con una profundidad de sabor que lo hace destacar incluso entre los suaderos más clásicos de la ciudad.

EL CHERAN | COSTILLA EN TROZO

En un ambiente más relajado y familiar que muchas taquerías tradicionales, El Cheran se distingue por su atención al producto y por una especialización clara: los cortes y la carne bien tratada. El lugar es sencillo pero cuidado, con mesas amplias y un flujo constante de clientes fieles que regresan por su carne asada al carbón. Los precios rondan los $30 a $40 por taco, y la experiencia se siente más cercana a un asador que a un puesto callejero. Dirección: Av. División del Norte 2583, Del Carmen, Coyoacán, CDMX.

Lo imperdible: El taco de costilla en trozo es un despliegue de sabor intenso y textura perfecta. La carne se cocina lentamente hasta que cada pieza alcanza un equilibrio ideal entre suavidad y mordida, con un dorado exterior que aporta notas ahumadas irresistibles. La grasa se derrite en boca y deja un gusto profundo, complementado por una salsa verde ligeramente ácida y cebolla fresca que equilibran la potencia del conjunto. Es un taco que no busca sutileza: quiere que disfrutes cada fibra y cada gota de jugo.

EL RINCÓN BARRILACO | COSTILLA

Escondido en una calle tranquila de Las Águilas, El Rincón Barrilaco es de esos lugares que los locales prefieren guardar como secreto. El ambiente es relajado, con mesas de madera, cervezas frías y un aroma persistente a carne a la parrilla. La clientela es variada —familias, grupos de amigos, curiosos que llegan por recomendación— y el ticket promedio ronda los $35 a $45 por taco. Dirección: Barrilaco 236, Las Águilas, Álvaro Obregón, CDMX.

Lo imperdible: La costra de costilla es un exceso que vale cada bocado. La carne, cocida con paciencia, llega jugosa y con notas ahumadas, pero lo que la eleva es la capa de queso fundido y dorado que la envuelve, creando una combinación perfecta entre crujiente y cremoso. La tortilla sostiene el conjunto sin perder estructura, y con un poco de salsa verde fresca el resultado es un taco que mezcla indulgencia y técnica con precisión.

LOS PANCHOS | COSTILLA CON CUERO

Con más de 70 años de historia, Los Panchos es una institución de la comida mexicana. Su local en Anzures conserva ese aire clásico de cantina familiar, con paredes que cuentan historias y meseros que se saben de memoria cada orden. Es un lugar que mezcla tradición con consistencia, y aunque su menú es amplio, las carnitas siguen siendo su carta fuerte. Los precios rondan los $40 por taco, un reflejo de la calidad y del legado que respalda cada plato. Dirección: Tolstoi 9, Col. Anzures, Miguel Hidalgo, CDMX.

Lo imperdible: El taco de costilla con cuero es un homenaje a la cocina de antaño. La carne se cocina lentamente en su propia grasa hasta que queda suave y jugosa, mientras que el cuero aporta un contraste irresistible con su textura crujiente. El resultado es un bocado poderoso y satisfactorio, que mezcla sabores profundos con una sensación crujiente que explota al contacto con la salsa verde. Es el tipo de taco que exige comerlo despacio, con la atención que merece una receta que ha resistido al paso del tiempo.

LOS PICUDOS | COSTILLA

En una esquina animada de la colonia Del Valle, Los Picudos mantiene un ambiente relajado y familiar con mesas en la banqueta, humo saliendo del asador y una rotación constante de clientes habituales. Es de esos lugares que no necesitan publicidad: el boca a boca ha hecho su trabajo. El ticket promedio es los $30 a $40 por taco, y la experiencia es puramente taquera: rápida, sin pretensiones y profundamente satisfactoria. Dirección: Av. División del Norte 2514, Del Valle, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: Su taco de costilla es un clásico bien ejecutado. La carne llega tierna y con un dorado intenso que habla de horas al fuego lento, y cada bocado ofrece el equilibrio perfecto entre jugosidad y sabor ahumado. Con un toque de salsa roja y un puñado de cebolla y cilantro, se convierte en un taco que no busca reinventar nada, pero que hace lo básico con tanta perfección que termina destacando entre opciones mucho más elaboradas.

LOS CARAMELOS | ASADA CON QUESO

En el corazón de San Jerónimo, Los Caramelos es una de esas taquerías que funcionan como punto de reunión natural para cualquier noche con hambre. El lugar tiene alma de clásico: mesas largas para grupos, parrilla siempre encendida y el característico aroma a carne recién cocinada que se percibe desde la banqueta. El ambiente es informal y animado, con familias, estudiantes y oficinistas mezclados en el mismo espacio, todos persiguiendo el mismo objetivo: tacos generosos con porciones que superan las expectativas. Los precios rondan los $35 a $45 por taco, y la relación calidad-precio es difícil de superar. Dirección: Av. San Jerónimo 263, San Jerónimo Lídice, La Magdalena Contreras, CDMX.

Lo imperdible: El taco de asada con queso es el que más representa la esencia de la casa: carne suave y bien sellada con un toque ahumado que se mezcla con la cremosidad del queso fundido. La tortilla, recién salida del comal, se dobla apenas lo necesario para contener el relleno sin romperse. Cada bocado tiene capas: primero el sabor profundo de la carne, luego el queso que aporta textura y riqueza, y al final un remate de salsa roja o guacamole que equilibra la intensidad con frescura. Es un taco que reconforta, de esos que uno no pide uno, sino dos o tres sin darse cuenta.

LOS PARADOS | BISTEC AL CARBÓN

Con más de 50 años de historia, Los Parados es una institución en el mundo taquero de la Ciudad de México. Su concepto, como su nombre lo indica, es comer de pie, frente a la barra donde los taqueros trabajan sin descanso. El ambiente es dinámico y ruidoso, con el chisporroteo constante de la parrilla y el olor a carbón impregnando el aire. La clientela es fiel y diversa, desde oficinistas que pasan por una comida rápida hasta familias que han hecho del lugar una tradición. Los precios van de $35 a $50 por taco, reflejo de la calidad y la experiencia que ofrecen. Dirección: Av. Universidad 540, Narvarte Poniente, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: El taco de bistec al carbón es un clásico que nunca falla. La carne, cocinada sobre brasas intensas, tiene un sabor ahumado irresistible y una textura jugosa con bordes ligeramente crujientes. Cada bocado tiene profundidad, potencia y ese toque característico del carbón que eleva la experiencia. Con cebolla asada, guacamole y una salsa verde bien picante, se convierte en un taco contundente y satisfactorio, ideal para quienes disfrutan de sabores intensos y directos.

EL REMOLKITO | SIRLOIN

Con una estética moderna y un ambiente mucho más relajado que el de la taquería tradicional, El Remolkito se ha convertido en un punto de encuentro popular para quienes buscan carne de alta calidad sin salir del formato casual. El espacio es amplio, con mesas cómodas, atención amable y un ambiente familiar que lo hace ideal tanto para comidas rápidas como para cenas más largas. Los precios rondan entre $45 y $60 por taco, y la calidad de la carne justifica cada peso. Dirección: Av. División del Norte 2663, Del Carmen, Coyoacán, CDMX.

Lo imperdible: El taco de sirloin es el protagonista indiscutible del menú. La carne, jugosa y con un sellado perfecto, conserva todo su sabor natural y desprende un aroma irresistible desde el momento en que toca la plancha. El corte es suave pero con carácter, y cada bocado tiene un balance impecable entre textura y sabor. Con un toque de salsa verde y una tortilla caliente recién hecha, el resultado es un taco elegante, potente y adictivo, perfecto para quienes quieren llevar la experiencia taquera a un nivel superior.

LOS PASTORCITOS DE SIRLOIN | SIRLOIN

Con varias sucursales en la ciudad, Los Pastorcitos de Sirloin es el lugar al que se va cuando se quiere comer carne de verdad en formato taquero. El ambiente es casual y acogedor, con mesas cómodas y una atención rápida que no sacrifica calidad. Aquí la carne es protagonista absoluta: se selecciona con cuidado, se corta al momento y se cocina al punto perfecto. El público es variado —desde familias hasta grupos de amigos— y el precio promedio por taco ronda los $45 a $65. Dirección: Londres 61, Juárez, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El taco de sirloin, especialmente si se pide doradito, es el que mejor representa el estilo del lugar. La carne llega jugosa, con un sellado perfecto que intensifica su sabor, y cada bocado tiene un balance ideal entre textura firme y suavidad. Un poco de salsa verde fresca resalta la carne sin opacarla, y la tortilla calientita completa un conjunto que es simple, potente y profundamente satisfactorio.

EL CALIFA | RIBEYE CON QUESO

El Califa es sinónimo de taquería contemporánea: limpio, bien iluminado, con un servicio impecable y un ambiente que mezcla lo informal del antojo con el cuidado de un restaurante. Es uno de esos lugares ideales para llevar a alguien que no conoce el mundo taquero tradicional, pero que aún así quiere probar lo mejor de él. Las mesas siempre están llenas y la rotación es constante, especialmente en las sucursales de Reforma y Polanco. Los precios son más altos que en la taquería promedio —unos $55 a $70 por taco—, pero la calidad del producto lo justifica. Dirección: Av. Paseo de la Reforma 382, Juárez, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El taco de ribeye con queso no es simplemente un taco: es una lección de técnica. El corte llega en tiras delgadas, sellado con precisión para mantener jugosidad y liberar el característico aroma a parrilla. El queso fundido aporta una capa cremosa que realza el sabor de la carne sin robarle protagonismo, y cada bocado tiene un balance impecable entre grasa, textura y sazón. Con un toque de sal y unas gotas de limón, se vuelve adictivo, sofisticado y perfectamente ejecutado. Es el tipo de taco que redefine lo que puede ser una taquería.

EL COMPITA | ASADA

Moderno pero sin perder el alma callejera, El Compita Taquería ha logrado posicionarse como un espacio donde la tradición y la creatividad conviven. El local es pequeño pero bien pensado, con un ambiente joven, música suave y un menú que se atreve a reinterpretar clásicos sin caer en pretensiones. Aquí los precios varían entre $40 y $60 por taco, dependiendo de la combinación de ingredientes, pero la calidad y la ejecución hacen que cada bocado lo valga. Dirección: Av. Álvaro Obregón 100, Roma Norte, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El Taco California es su creación más emblemática. Preparado con carne asada jugosa, guacamole fresco, pico de gallo y una capa ligera de queso derretido, combina influencias del norte de México con el estilo californiano que lo inspira. El resultado es un taco lleno de frescura y balance, donde el sabor de la carne se mezcla con la cremosidad del aguacate y el toque ácido del tomate. Es ideal para quienes quieren un taco diferente, más contemporáneo, pero igual de satisfactorio.

LOS CONSENTIDOS DEL BARRIO | CHULETA Y TOCINO

Con un ambiente relajado y un estilo más informal, Los Consentidos del Barrio es de esos lugares que combinan tradición taquera con ingredientes que le dan un giro distinto al antojo clásico. El local es sencillo pero animado, con mesas al aire libre, buena música y una clientela joven que lo ha convertido en un punto recurrente de reunión. La atención es rápida, las porciones generosas y los precios se mantienen en un rango medio, entre $35 y $50 por taco. Dirección: Calle López Cotilla 227, Narvarte Oriente, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: El taco de chuleta, queso y tocino es un festival de sabor. La chuleta, con su toque salado y jugoso, se combina con el crujiente del tocino y la suavidad del queso fundido en una mezcla que resulta imposible de ignorar. Cada ingrediente aporta su carácter, pero juntos forman un bocado que es pura satisfacción. Con salsa verde o roja —ambas recomendables—, el resultado es un taco goloso y reconfortante que se disfruta sin prisas, perfecto para acompañar con una cerveza fría.

ATARANTADOS | TROMPO

En el corazón de la Roma Norte, Tacos Atarantados es de esos lugares que uno descubre casi por accidente y termina recomendando a todos. Su fachada es sencilla, pero detrás de ella hay un espacio animado con mesas pequeñas, planchas al rojo vivo y un aroma inconfundible a carne recién dorada que invade toda la calle. Es común ver filas largas por las noches, especialmente los fines de semana, y la rotación de comensales es rápida, lo que habla de la fidelidad que han construido. El ambiente es informal pero vibrante, perfecto para una cena casual con amigos o una parada nocturna. Los precios son accesibles, con tacos que van desde los $35 hasta los $50. Dirección: Córdoba 113, Roma Norte, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El trompo surtido es la mejor forma de entender por qué este lugar se ha vuelto referencia. La mezcla de res, puerco y chicharrón permite disfrutar de distintas texturas en un mismo taco: jugosa, crujiente y suave al mismo tiempo. La carne tiene el equilibrio justo entre grasa y sazón, con un sellado perfecto que aporta notas tostadas sin resecarla. Cada bocado es potente pero balanceado, y con un toque de salsa verde aguacatada se convierte en un taco que no solo llena, sino que deja ganas de pedir otra orden.

DEL VALLE | TROMPO NEGRO

Entre las múltiples taquerías de la Roma, Tacos del Valle destaca por su enfoque contemporáneo y su interpretación creativa del taco. El local es pequeño pero siempre lleno, con una barra donde el trompo gira sin descanso y un ambiente relajado que invita a quedarse más tiempo del planeado. Su propuesta mezcla tradición con innovación, algo que se refleja tanto en sus salsas como en el tipo de carne que utilizan. Es un lugar ideal para quienes buscan una experiencia taquera diferente pero igual de deliciosa, con precios que van de los $40 a los $60 por taco. Dirección: Álvaro Obregón 130, Roma Norte, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El trompo negro es el favorito indiscutible. Hecho con pierna y pork belly marinados en una mezcla secreta de chiles y especias, ofrece un sabor ahumado e intenso que se sale de lo común. La textura es jugosa y carnosa, con bordes ligeramente crujientes que aportan contraste. Acompañado con cebolla encurtida y una salsa ligeramente ácida, este taco es una reinterpretación moderna del pastor que sorprende desde el primer bocado.

EL VILSITO | PASTOR

De día funciona como taller mecánico y de noche se transforma en uno de los templos taqueros más queridos de la ciudad. El Vilsito tiene un ambiente único: caótico pero encantador, con gente comiendo de pie, autos estacionados a media calle y el trompo girando sin descanso mientras el humo perfuma la banqueta. Es un lugar sin pretensiones, con precios populares —entre $35 y $45 por taco— y un encanto que reside precisamente en su autenticidad. Dirección: Av. Universidad 248, Narvarte Poniente, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: La gringa de pastor es la razón por la que muchos hacen fila incluso entre semana. La carne, cocinada a la perfección en el trompo, tiene ese balance entre dulzor, especias y jugo que solo se logra con experiencia. El queso fundido se derrite entre capas de tortilla de harina suave y flexible, aportando un toque cremoso que hace que cada bocado sea más redondo. El remate llega con la piña fresca y una salsa roja vibrante que acentúa el sabor sin robar protagonismo. Es un taco que representa todo lo que debe ser la comida callejera: informal, intensa y profundamente satisfactoria.

EL BORREGO VIUDO | PASTOR

Pocas taquerías en la Ciudad de México son tan emblemáticas como El Borrego Viudo. Abierto toda la noche y con autos haciendo fila en la banqueta desde hace décadas, este lugar en Tacubaya es una parada obligada para cualquiera que entienda el valor de un buen taco después de la fiesta o en medio de la madrugada. Su formato es particular: comes de pie junto al coche o recargado en la barra, y el servicio es tan rápido como eficiente. La clientela es diversa y constante, y el ambiente nocturno le da un carácter especial. Los precios son populares —entre $25 y $35 por taco—, lo que explica por qué se ha convertido en leyenda. Dirección: Av. Revolución 241, Tacubaya, Miguel Hidalgo, CDMX.

Lo imperdible: Aunque muchos llegan por suadero o cabeza, el taco de pastor merece su propia mención. La carne, cortada directamente del trompo, tiene el equilibrio perfecto entre caramelización y jugosidad, con el toque dulce del achiote y una acidez ligera que lo hace irresistible. La piña aporta frescura, la tortilla llega caliente y el remate de salsa roja le da el golpe final. Es un taco que brilla en su sencillez y que confirma por qué, pese a las décadas, El Borrego Viudo sigue siendo parte esencial del mapa taquero de la ciudad.

LA PINGUICA | PASTOR

Conocida entre los amantes del pastor bien hecho, La Pinguica es un local sencillo que ha construido su reputación a base de calidad y constancia. El ambiente es relajado y familiar, con mesas en la acera y un trompo que no deja de girar. El lugar tiene un aire de barrio que lo hace acogedor, y el servicio es rápido y eficiente. Aquí no hay menú extenso ni complicaciones: lo que hacen, lo hacen muy bien. Los precios van de $30 a $40 por taco. Dirección: Av. División del Norte 2501, Del Valle, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: El taco de pastor es el orgullo de la casa. La carne, marinada con achiote y especias, se corta en finas capas directamente del trompo, con los bordes caramelizados y un interior jugoso. La piña fresca añade un contraste ácido y dulce, mientras que la salsa roja aporta un golpe de picante que completa la experiencia. Es un taco equilibrado, con sabores clásicos ejecutados a la perfección, y uno de los mejores exponentes del pastor tradicional en la zona.

EL PERIFÉRICO | PASTOR

En el cruce del periférico sur, donde la ciudad nunca se detiene, esta taquería se ha convertido en un punto de referencia para quienes buscan una opción rápida, sabrosa y confiable a cualquier hora del día. El ambiente es completamente urbano: mesas metálicas bajo techos improvisados, humo del trompo flotando en el aire y un ir y venir constante de clientes que llegan hambrientos y se van satisfechos. Es un lugar sin pretensiones, pensado para quienes valoran más el sabor que la presentación. Los precios son accesibles, con tacos que rondan los $30 a $40. Dirección: Periférico Sur 4298, Col. Jardines del Pedregal, Álvaro Obregón, CDMX.

Lo imperdible: El pastor aquí es el clásico chilango en su versión más pura. Las láminas finas de carne se desprenden del trompo con los bordes ligeramente caramelizados, aportando un sabor dulce y especiado que se potencia con el toque ácido de la piña fresca. La tortilla recién hecha retiene el jugo sin romperse, y la salsa verde aporta un picor suave que no opaca el sabor de la carne. Es un taco sencillo pero redondo, de esos que saben a antojo nocturno y tradición callejera.

EL CHARCO DE LAS RANAS | PASTOR

Con décadas de historia y varias sucursales en la ciudad, El Charco de las Ranas es una parada obligada para quienes buscan un ambiente cómodo sin perder la esencia del antojo taquero. El local tiene alma de clásico: amplio, bien iluminado, con servicio rápido y un flujo constante de familias, grupos de amigos y clientes frecuentes que ya saben que aquí la calidad es uniforme sin importar la hora. Su carta es extensa, pero el pastor sigue siendo el motivo principal de visita. Los precios son un poco más altos que en un puesto callejero —entre $40 y $55 por taco—, pero el servicio y el producto lo justifican. Dirección: Av. Río Mixcoac 48, San José Insurgentes, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: El pastor aquí es un ejemplo de cómo la técnica puede elevar un clásico. Rebanado fino directamente del trompo, con los bordes ligeramente caramelizados por el fuego, cada taco es una mezcla de textura y sabor perfectamente equilibrada. La carne conserva jugosidad, el achiote aporta un dulzor sutil, y la piña fresca en la parte superior rompe con acidez justa. Todo se envuelve en una tortilla caliente que aguanta sin romperse, y con una salsa verde ligeramente picante se convierte en un bocado redondo, tradicional y adictivo.

POR SIEMPRE VEGANA | PASTOR VEGANO

En medio de la Roma, Por Siempre Vegana rompió esquemas al demostrar que el taco no necesita carne para ser delicioso. Su local es pequeño, siempre lleno y con un ambiente relajado que mezcla curiosos, veganos convencidos y amantes del antojo que llegan a probar algo distinto. La barra está repleta de opciones a base de plantas, todas cocinadas con técnica y sazón, y los precios van de $35 a $50 por taco. Dirección: Av. Álvaro Obregón 206, Roma Norte, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El taco de pastor vegano es el más pedido y el que mejor representa la propuesta del lugar. Preparado con proteína vegetal marinada en achiote, se cocina hasta obtener el mismo dorado y textura que un pastor tradicional. El sabor es sorprendentemente profundo, con notas especiadas, ligeros toques dulces y un final ahumado que no tiene nada que envidiarle al original. Acompañado de piña fresca, cebolla, cilantro y salsa roja, es un taco que rompe prejuicios y conquista desde el primer bocado.

ORINOCO | CHICHARRÓN

Lo que comenzó como un fenómeno taquero en Monterrey hoy es un imprescindible de la CDMX. Orinoco logró crear un concepto que combina el alma del norte con la energía de la capital: locales con diseño moderno, ambiente animado y filas constantes a cualquier hora del día. La experiencia es rápida, informal y deliciosa, con un menú corto pero preciso que se centra en calidad y sabor. La clientela es mayormente joven, aunque cada vez más familias y foodies hacen fila para probar lo que muchos consideran los tacos más consistentes de la ciudad. Los precios van de $40 a $65 por taco. Dirección: Av. Insurgentes Sur 253, Roma Norte, Cuauhtémoc, CDMX.

Lo imperdible: El taco de chicharrón Orinoco es una explosión de sabor y textura que representa a la perfección la propuesta del lugar. Hecho con chicharrón prensado que se cocina hasta quedar crujiente por fuera y suave por dentro, se sirve sobre una tortilla de maíz recién hecha con cebolla, cilantro y un toque de salsa de chile piquín que potencia cada bocado. El contraste entre lo crocante del chicharrón y la suavidad de la tortilla, sumado al sabor profundo y ligeramente picante, lo convierte en uno de esos tacos que se quedan en la memoria. Acompañado con limoncito y una cerveza fría, es un clásico moderno que hay que probar al menos una vez.

VILLAMELÓN | CECINA Y CHICHARRÓN

Frente a la Plaza de Toros México, Villamelón es uno de esos lugares con historia que forman parte del ADN de la ciudad. Su ambiente es ruidoso, vibrante y lleno de energía, con un flujo constante de comensales que van desde fanáticos del toreo hasta familias enteras que han convertido la visita en tradición. El local conserva ese encanto clásico de taquería de antaño: sin pretensiones, con servicio rápido y sabor garantizado. Los precios van de $35 a $50 por taco. Dirección: Av. Augusto Rodin 14, Ciudad de los Deportes, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: El taco de cecina con chicharrón es la joya de la casa. La cecina, salada y jugosa, se combina con el crujiente del chicharrón para crear un contraste perfecto entre textura y sabor. Cada mordida es intensa y sabrosa, y al añadirle guacamole o salsa verde se convierte en un bocado redondo y profundamente mexicano. Es un taco que sabe a tradición, ideal para acompañar con una cerveza fría y una tarde tranquila.

EL RINCÓN TARASCO | CERDO

Este lugar es uno de esos secretos bien guardados que terminan convirtiéndose en parada obligada para los fanáticos del taco tradicional. Con un ambiente cálido y desenfadado, mesas sencillas y un servicio que se siente cercano, El Rincón Tarasco combina la esencia de la taquería clásica con recetas que reflejan la profundidad de la cocina michoacana. La clientela es diversa, desde oficinistas hasta familias que se detienen después del trabajo, todos atraídos por el mismo motivo: porciones generosas y sabores auténticos a precios justos, en promedio entre $35 y $50 por taco. Dirección: Av. División del Norte 3210, Santa Cruz Atoyac, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: El taco “El de Despanzada” es una experiencia difícil de olvidar. Hecho con carne de cerdo que ha sido cocida lentamente hasta alcanzar un punto de suavidad casi cremosa, su sabor es profundo, ligeramente dulce y con un toque especiado que lo diferencia del resto. La textura es su mayor virtud: cada bocado se deshace en la boca, mientras que el contraste con la salsa roja —potente y ligeramente picante— le da un equilibrio perfecto. Es un taco que se disfruta con calma, ideal para quienes buscan sabores más intensos y elaborados.

EL TURIX | COCHINITA

Ubicado en una pequeña esquina de Polanco, El Turix es una joya escondida que lleva décadas sirviendo auténtica comida yucateca sin pretensiones. El local es diminuto, con apenas unas cuantas mesas y una barra en la que el servicio nunca se detiene. Aquí no hay lujos: todo gira en torno al sabor, al guiso bien hecho y al cariño con el que se cocina cada plato. El ambiente es relajado y muy local; es común ver a oficinistas mezclados con turistas que llegan por recomendación. Los precios se mantienen accesibles, entre $35 y $50 por taco. Dirección: Av. Emilio Castelar 212, Polanco, Miguel Hidalgo, CDMX.

Lo imperdible: El panucho de cochinita es la razón por la que este lugar se ha convertido en leyenda. La tortilla frita, crujiente y rellena de frijoles refritos, sirve como base para una generosa porción de cochinita pibil cocida lentamente en achiote y jugo de naranja agria. El resultado es una carne suave, llena de sabor y con un toque cítrico que se realza con cebolla morada encurtida y chile habanero. Es un bocado que transporta directamente a Yucatán, simple pero profundamente satisfactorio.

BETO LOS DE COCHINADA | COCHINADA

En un pequeño puesto que parece detenido en el tiempo, Beto Los de Cochinada representa todo lo que amamos de la taquería chilanga: sin mesas pretenciosas, sin menú extenso y sin otro objetivo que servir tacos sencillos con sabor brutal. El lugar, ubicado en la colonia Portales, funciona como un ritual nocturno para los que saben que aquí la grasa no es un pecado, sino el alma del antojo. La clientela es fiel: trabajadores, vecinos, taxistas y foodies que llegan por recomendación. Los precios rondan los $20 a $30 por taco, lo que lo convierte en uno de los grandes tesoros callejeros de la ciudad. Dirección: Víctor Hugo 27, Col. Portales Norte, Benito Juárez, CDMX.

Lo imperdible: El taco de cochinada es una experiencia que no se olvida. Preparado con los restos más sabrosos del cazo —grasas, trozos caramelizados, pedacitos crujientes—, cada bocado tiene una profundidad de sabor intensa, con notas saladas, tostadas y un toque ahumado natural. La textura es una mezcla entre suave y crocante, y con un chorrito de limón y salsa verde alcanza un equilibrio perfecto. Es un taco decadente, potente y adictivo, de esos que hay que comer de pie, con las manos grasosas y una sonrisa inevitable.

LOS MILANESOS | MILANESA

En Álvaro Obregón, esta taquería de fachada sencilla y toldo naranja ha pasado de ser un secreto de barrio a convertirse en uno de los nombres más comentados del mapa taquero de la ciudad, incluso reconocido con un Bib Gourmand de la Guía Michelin por su extraordinaria relación calidad-precio. El ambiente es completamente callejero: no hay lujos ni pretensiones, solo mesas metálicas, una fila constante a cualquier hora del día y el irresistible aroma de la carne empanizada saliendo de la freidora. Es el tipo de lugar donde se come rápido, de pie o sentado en la banqueta, y se disfruta cada bocado con la satisfacción de saber que estás en un clásico contemporáneo. Los precios son populares, con tacos desde los $40 MXN, lo que lo convierte en una parada obligada para cualquier amante del antojo. Dirección: Veracruz 156, Col. Progreso, Álvaro Obregón, CDMX.

Lo imperdible: El taco de milanesa es la razón por la que Los Milanesos ha alcanzado fama internacional. La carne de cerdo se empaniza con precisión y se fríe hasta conseguir una costra dorada y crujiente, mientras que el interior se mantiene jugoso y lleno de sabor. Se sirve en tiras delgadas sobre una tortilla de maíz caliente, acompañada de frijoles refritos, limón y salsa —la verde aporta frescura, mientras que la roja añade un toque picante y ahumado—. Cada mordida ofrece un contraste perfecto entre lo crujiente y lo suave, entre lo sencillo y lo extraordinario. Es un taco que celebra la esencia de la comida callejera mexicana con técnica impecable y sabor inolvidable.